Hace un par de días que se emitió la última gala de "Got talent", España.
Por si no lo conocéis o nunca habéis visto el programa, "Got talent", es la adaptación española de un programa de éxito Estadounidense, en el cual tu puedes presentarte si tienes algún talento.
Solo llevan tres galas, pero aun no he visto ninguna entera, solo a trozos.
Pero por lo que se, los jueces son muy flojos y dan el visto bueno a cualquiera.
Muchas personas, carecen del talento necesario como para estar en un programa tan serio, pero por alguna extraña razón las pasan, supongo que será porque los jueces son mas blandos que el blandiblú.
Como jurado nos encontramos al veterano Jesús Vázquez, conocido por presentar ochocientos programas de Telecinco.
A Eva Hache, una conocida humorista Española, de la cual, aun no he visto ningún monologo (y eso que hay monólogos de ella a patadas)
Como no, a Jorge Javier Vázquez, conocido en Telecinco como el Rey Midas, ya que, programa que presenta o aparece, programa que tiene un éxito increíble, aunque, aun no logro entender como tiene tanto éxito, si al pobre le ponen fino por las redes sociales.
A mi sinceramente, Jorge Javier Vázquez, me encanta, ya que es una persona con mucha templanza y con un gran don de gentes, sinceramente, es de los pocos famosos, que creo que merecería la pena conocer y mantener una conversación con el.
Aparte, en el programa, es el único serio, y si tiene que decir que la actuación no le ha gustado lo dice, lo malo, es que nadie le toma en serio.
Y ya, por último tenemos a Edurne, una conocida cantautora española, que tuvo la suerte de cantar en Eurovisión, lastima que no quedara en muy buena posición.
Hace unos años, tuve el privilegio de ir a un concierto suyo, y la verdad, es que tiene un vozarrón.
Bueno continuando con el programa, estos cuatro jurados, deciden si la persona pasa a una siguiente fase o se va a su casita.
Aunque a veces, si la persona, lo hace exageradamente bien, pueden pulsar un botón dorado que la catapultara a nada mas ni nada menos que, al final del programa.
Cada miembro del jurado, puede pulsar una sola vez el botón , por lo que tienen que pensárselo mucho si pulsarlo o no, pero aquí, en la versión española, creo que algunos lo han malgastado.
(Por cierto, este privilegio del botoncito dorado, también lo posee, el presentador del programa, Santi Millán , conocido actualmente como Sergi Roca, por su papel de cocinero en el "Chiringuito de Pepe")
Y bueno, esto sería mas o menos, el resumen del programa.
Y ahora diréis: "¿Quiénes son las XL y que tienen que ver con el programa?"
Bueno, pues ellas son, un dúo de actrices cómicas, que se presentaron al programa.
Hasta ahí todo bonito, representaron un fragmento de su obra teatral "Déjate mucho".
En el fragmento, ellas aparecían cantando, enfundadas en unos corsés rosas, cuando de repente, pararon la actuación, y se quitaron el corsé, diciendo que era muy apretado y se sentían oprimidas.
Pero no fue lo único que se quitaron, a continuación se quitaron los tacones , las medias y el vestido, quedándose semidesnudas y mostrando sus "michelines", (los cuales ellas afirman tener, pero yo no los veo)
En protesta, de que los cánones de belleza e ideales no nos tienen que oprimir.
Hasta aquí todo precioso, un mensaje muy bonito, tienen mucha razón, ya que muchas mujeres se obsesionan con esto, pero hay un fallo muy grande.
Del que ahora os voy a hablar.
Al terminar la actuación son ovacionadas, y tod@s afirman que hay que ser como ellas y quererse uno tal y como es.
A lo que Jorge Javier, no esta muy convencido, e intenta, argumentar, el porque, pero enseguida los jurados le cortaron y no le dejaron explicarse.
A lo que, aprovecho Eva Hache, para pulsar el exclusivo botón dorado.
Y ahora aquí viene lo que yo pienso de todo esto.
Para empezar el titulo, "Déjate mucho", una cosa es dejarse un poco, coger un par de kilillos, no arreglarse tanto, no depilarse algunas zonas del cuerpo, vestir de manera mas chabacana.
Pero dejarse hasta el punto de convertirte en un tanque, pues creo que tampoco es plan, porque cuidarse es salud.
Así que el titulo no es muy conveniente seguirlo de manera literal.
Segundo, ellas, lo que quieren es luchar para que se eliminen los cánones de belleza actuales, de la típica mujer súper delgada, arregladita y con tacones.
Y yo esa lucha la veo bien, porque, un canon no nos tiene que condicionar y tenemos que ser libres.
Pero y las mujeres que las guste seguir ese canon, nadie piensa en ellas.
Yo por ejemplo siempre llevo tacones, me pinto y estoy mas o menos delgada, y yo me veo bien así, ¿por qué voy a tener que cambiar?, si estoy agusto así.
Aparte, con esta "lucha", lo único que van a conseguir, va a ser el efecto contrario.
Que las mujeres rellenitas y "dejadas" como ellas dicen, abusen y se metan con las delgadas.
Y no, la solución esta, en dejar que las mujeres elijan como ser.
Que cada mujer siga su propio canon, estilo y forma de vida, mientras estén sanas (claro).
Y ese, es el mensaje que deberían de haber dado, un mensaje de tolerancia, respeto, y de que ningún canon o ideal nos va condicionar o cambiar.
Pero no el mensaje, de que "dejarse" esta bien y quienes llevan tacones y son delgadas están oprimidas, porque como ya he dicho, no todas quienes los llevamos somos unas oprimidas retrogradas.
Pero bueno,aun con todos estos "fallos", que solo alimentan al odio entre "dejadas" y "no dejadas", la verdad es que me pareció una buena actuación, y creo que si que hizo reflexionar al colectivo retrograda y anclado en unos estereotipos que ya no se llevan, en todas las mujeres.
Y bueno para cerrar el post, quiero decir, que lo del botón dorado, me pareció excesivo, vale que lo hubieran hecho bien y todo eso, pero creo que hay actuaciones y personas que se lo han trabajado mucho mas, pero bueno, así es la vida.
lunes, 29 de febrero de 2016
lunes, 15 de febrero de 2016
14 de febrero
Si algo me caracteriza en cuanto al amor, es, mi sensatez, madurez y saber estar.
Nunca he sido una persona alocada y promiscua en ese sentido.
Siempre he usado la cabeza y tomado las decisiones mas razonables.
Pero aun hay algo que se me atraviesa, y eso son mis expectativas.
A lo largo de mi vida, solo he sentido la llamada del amor dos veces, la primera fue, cuando solo era una niña, tendría unos 13 años.
Era una época en lo que yo empecé a "transformarme" , y no para bien, los prejuicios y malas influencias se adueñaron de mi persona y empezaron a hacer estragos conmigo.
Quizás yo lo podría haber parado, pero, la situación en la que estaba no me lo permitió.
Era un sentimiento muy grande el que yo tenía hacia esa persona, pero, sabia desde un principio, que era imposible.
Había demasiados prejuicios hacia mi persona, como para que alguien se fijara en mi, y menos, él.
Por lo que desde un principio, no me cree ninguna expectativa seria, sabia cual era mi lugar, y ese era, estar al margen.
A veces, en mis momentos de soledad, me gustaba imaginarme, que esa persona se fijaba en mi, o que entablábamos una conversación y en ella bromeábamos.
Pero después, lo pensaba seriamente, y veía que era una estupidez.
Pasaron muchísimos años, sin yo volver a fijarme en alguien, pero por desgracia volví, otra vez a caer.
La verdad, es que, el sentimiento era muchísimo mas fuerte, nunca había querido tanto a alguien que no fuera de mi entorno, ni tampoco me había preocupado e interesado tanto, como por esa persona.
Cuando le veía triste, yo también me entristecía, cuando estaba feliz yo también lo estaba.
Nunca tuve el valor, de preguntarle como estaba, pero solo con mirarle, lo sabía.
Yo me limitaba a mirarle y poco mas, aun seguía con mis prejuicios e inseguridades, la verdad, es que, hasta hace menos de medio año, no ha sido cuando he empezado a salir de esa burbuja que me envolvía, y que me hacia insegura e incluso mala persona en ocasiones.
Por desgracia, ese cambio, no sirvió de mucho, porque, ya daba igual, ya había perdido por completo a esa persona, ya sabía que no se iba a fijar en mi.
Pero, por alguna extraña razón empecé a esperanzarme de nuevo.
Empecé a llenarme de ilusiones y esperanzas, a imaginarme mil cosas y sobre todo a llenarme de expectativas, que me cegaron por completo.
Con solo ver la sonrisa de esa persona o que tuviera la simple decencia de saludarme, para mi ya era un motivo de sonreír.
Verle, me transmitía muchas cosas al mismo tiempo, calidez, ganas de hablarle, sonreírle, acercarme a el, pero sobre todo, tenía ganas de que se fijara en mi y me quisiera.
La verdad, es que, si algo tenían es común las dos personas de las que me enamore, era que, no tenían miedo de acercarse a mi.
Los hombres hace años, huían de mi, siempre, por el mismo motivo, los prejuicios y difamaciones que se hacían hacia mi persona.
Desde niña, nunca encaje, nunca me sentí querida ni respetada, por las personas de fuera de mi entorno.
Siempre lleve eso arrastrando conmigo, incluso llegue a pensar, que el fallo era yo, que la culpa de que no encajara, tanto en la escuela como en las actividades extraescolares, era mía, por ser distinta, por ser débil, por no querer hacer daño a nadie, aunque, a años siguientes me comportara de manera distinta, siempre iba a ver, algo en mi, que hacia que no encajara.
A día de hoy, esto sigue igual, pero, me esfuerzo por encajar, sin dejar de ser quien soy.
Para mi el que, se dirigieran a mi como una igual, o entablaran una conversación conmigo, era como algo nuevo, el sentirme como una persona normal era algo, a lo que no estaba acostumbrada.
Por eso, me empecé a encariñar, y después, de ese sentimiento de cariño, vino el amor.
Al primero, pude olvidarle, porque era muy difícil que se fijara en mi, pero al segundo, no puedo sacármele de la cabeza.
Ya ha pasado mucho tiempo, pero aun sigo queriéndolo, sigo pensando en el, sigo imaginándome cosas y sobre todo creándome expectativas.
Por una persona, que se que nunca me va a querer, que se que, jamás yo voy a ser de su atención o interés.
Pero aun sigo amándole, por muchos chicos que a día de hoy este conociendo, no consigo dejar de pensar en el.
Parece increíble que con solo dos palabras y un par de sonrisillas, pudiera llegar a enamorarme tanto de una persona.
La verdad, si lo piensas fríamente, es preocupante, que con solo un par de muestras de atención una persona llegue al extremo de desarrollar tantos sentimientos.
Pero, me es inevitable, no seguir queriéndole.
Casi todas las noches, antes de dormir, pienso en él, en como estará, en si se seguirá acordandose de mi , en si ya habrá encontrado a alguien que lo quiera mas que yo y no le haga de sufrir.
Pero enseguida, rompo a llorar, porque lo mas probable es que ya ni se acuerde de mi nombre, o que ni siquiera se acuerde de nada mío.
Al fin y al cabo, nunca fui nadie trascendental en su vida, simplemente, fui una chica callada y tímida, que a veces lo observaba en silencio.
Pienso que lo mejor seria olvidarle, para poder centrarme mas a fondo en muchas cosas, pero me es imposible.
Porque a cada segundo me acuerdo, y es que no quiero desechar mis sentimientos hacia el. porque por alguna extraña razón, sigo cegada por esas falsas expectativas que yo misma me doy.
Cada día se me viene en mente, la ultima vez que lo vi y lo hable, fue una conversación muy escueta, digna de lo que me merezco, por nunca haberme dado a conocer.
Igual, que muchas veces también pienso, que sería una buena idea encontrármelo por la calle.
Pero pensándolo de nuevo, de que me sirve verlo, si lo único que haría, seria hacer el ridículo, porque no me iban a salir ni las palabras, solo estupideces y mas motivos para odiarme y lamentarme mas, de lo boba que en ocasiones llego a ser.
Por eso, este 14 de febrero, día conocido como : "San Valentin"
Fue un día amargo en ese sentido, me acorde de el, mas que nunca.
Nunca he sido una persona alocada y promiscua en ese sentido.
Siempre he usado la cabeza y tomado las decisiones mas razonables.
Pero aun hay algo que se me atraviesa, y eso son mis expectativas.
A lo largo de mi vida, solo he sentido la llamada del amor dos veces, la primera fue, cuando solo era una niña, tendría unos 13 años.
Era una época en lo que yo empecé a "transformarme" , y no para bien, los prejuicios y malas influencias se adueñaron de mi persona y empezaron a hacer estragos conmigo.
Quizás yo lo podría haber parado, pero, la situación en la que estaba no me lo permitió.
Era un sentimiento muy grande el que yo tenía hacia esa persona, pero, sabia desde un principio, que era imposible.
Había demasiados prejuicios hacia mi persona, como para que alguien se fijara en mi, y menos, él.
Por lo que desde un principio, no me cree ninguna expectativa seria, sabia cual era mi lugar, y ese era, estar al margen.
A veces, en mis momentos de soledad, me gustaba imaginarme, que esa persona se fijaba en mi, o que entablábamos una conversación y en ella bromeábamos.
Pero después, lo pensaba seriamente, y veía que era una estupidez.
Pasaron muchísimos años, sin yo volver a fijarme en alguien, pero por desgracia volví, otra vez a caer.
La verdad, es que, el sentimiento era muchísimo mas fuerte, nunca había querido tanto a alguien que no fuera de mi entorno, ni tampoco me había preocupado e interesado tanto, como por esa persona.
Cuando le veía triste, yo también me entristecía, cuando estaba feliz yo también lo estaba.
Nunca tuve el valor, de preguntarle como estaba, pero solo con mirarle, lo sabía.
Yo me limitaba a mirarle y poco mas, aun seguía con mis prejuicios e inseguridades, la verdad, es que, hasta hace menos de medio año, no ha sido cuando he empezado a salir de esa burbuja que me envolvía, y que me hacia insegura e incluso mala persona en ocasiones.
Por desgracia, ese cambio, no sirvió de mucho, porque, ya daba igual, ya había perdido por completo a esa persona, ya sabía que no se iba a fijar en mi.
Pero, por alguna extraña razón empecé a esperanzarme de nuevo.
Empecé a llenarme de ilusiones y esperanzas, a imaginarme mil cosas y sobre todo a llenarme de expectativas, que me cegaron por completo.
Con solo ver la sonrisa de esa persona o que tuviera la simple decencia de saludarme, para mi ya era un motivo de sonreír.
Verle, me transmitía muchas cosas al mismo tiempo, calidez, ganas de hablarle, sonreírle, acercarme a el, pero sobre todo, tenía ganas de que se fijara en mi y me quisiera.
La verdad, es que, si algo tenían es común las dos personas de las que me enamore, era que, no tenían miedo de acercarse a mi.
Los hombres hace años, huían de mi, siempre, por el mismo motivo, los prejuicios y difamaciones que se hacían hacia mi persona.
Desde niña, nunca encaje, nunca me sentí querida ni respetada, por las personas de fuera de mi entorno.
Siempre lleve eso arrastrando conmigo, incluso llegue a pensar, que el fallo era yo, que la culpa de que no encajara, tanto en la escuela como en las actividades extraescolares, era mía, por ser distinta, por ser débil, por no querer hacer daño a nadie, aunque, a años siguientes me comportara de manera distinta, siempre iba a ver, algo en mi, que hacia que no encajara.
A día de hoy, esto sigue igual, pero, me esfuerzo por encajar, sin dejar de ser quien soy.
Para mi el que, se dirigieran a mi como una igual, o entablaran una conversación conmigo, era como algo nuevo, el sentirme como una persona normal era algo, a lo que no estaba acostumbrada.
Por eso, me empecé a encariñar, y después, de ese sentimiento de cariño, vino el amor.
Al primero, pude olvidarle, porque era muy difícil que se fijara en mi, pero al segundo, no puedo sacármele de la cabeza.
Ya ha pasado mucho tiempo, pero aun sigo queriéndolo, sigo pensando en el, sigo imaginándome cosas y sobre todo creándome expectativas.
Por una persona, que se que nunca me va a querer, que se que, jamás yo voy a ser de su atención o interés.
Pero aun sigo amándole, por muchos chicos que a día de hoy este conociendo, no consigo dejar de pensar en el.
Parece increíble que con solo dos palabras y un par de sonrisillas, pudiera llegar a enamorarme tanto de una persona.
La verdad, si lo piensas fríamente, es preocupante, que con solo un par de muestras de atención una persona llegue al extremo de desarrollar tantos sentimientos.
Pero, me es inevitable, no seguir queriéndole.
Casi todas las noches, antes de dormir, pienso en él, en como estará, en si se seguirá acordandose de mi , en si ya habrá encontrado a alguien que lo quiera mas que yo y no le haga de sufrir.
Pero enseguida, rompo a llorar, porque lo mas probable es que ya ni se acuerde de mi nombre, o que ni siquiera se acuerde de nada mío.
Al fin y al cabo, nunca fui nadie trascendental en su vida, simplemente, fui una chica callada y tímida, que a veces lo observaba en silencio.
Pienso que lo mejor seria olvidarle, para poder centrarme mas a fondo en muchas cosas, pero me es imposible.
Porque a cada segundo me acuerdo, y es que no quiero desechar mis sentimientos hacia el. porque por alguna extraña razón, sigo cegada por esas falsas expectativas que yo misma me doy.
Cada día se me viene en mente, la ultima vez que lo vi y lo hable, fue una conversación muy escueta, digna de lo que me merezco, por nunca haberme dado a conocer.
Igual, que muchas veces también pienso, que sería una buena idea encontrármelo por la calle.
Pero pensándolo de nuevo, de que me sirve verlo, si lo único que haría, seria hacer el ridículo, porque no me iban a salir ni las palabras, solo estupideces y mas motivos para odiarme y lamentarme mas, de lo boba que en ocasiones llego a ser.
Por eso, este 14 de febrero, día conocido como : "San Valentin"
Fue un día amargo en ese sentido, me acorde de el, mas que nunca.
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